martes, 23 de octubre de 2012

MUSEOS EN FEMENINO


Pero no puede haber queja sin búsqueda de alternativas. Y ahí  me encontraba yo cuando buscando  por la red hallé www.museosenfemenino.es  un proyecto del Museo del Prado, del Reina Sofía y del Museo Nacional de Cerámica González Martí.  Cada uno de ellos han realizado un itinerario dentro del patrimonio que poseen, cuya necesidad responde “a dar mayor visibilidad a las mujeres artistas y a su forma de ver, sentir y experimentar el arte.”
Lo primero que hice, sin duda alguna, fue leer detenidamente este proyecto y no puedo decir más que me sorprendió gratamente; “ Las instituciones museísticas deben acometer profundas reformas en sus políticas de gestión, difusión y adquisición del patrimonio histórico-artístico con el objetivo de revalorizar las aportaciones de las mujeres artistas”
Más allá del ambicioso programa, nada nos sorprende al entrar en el link del Prado. Básicamente mujeres de alta cuna pintadas por hombres. Más de lo mismo.
Por ello me centraré en el Reina Sofía, que me parece el más consecuente con el ideario planteado,  aunque no por ello sin esbozar ciertas cuestiones.
Tras haber ojeado todo el recorrido, mi primera pregunta es: ¿a quién va dirigida esta exposición? El museo invita al público en general  y a profesorado y estudiantes de todas las edades. Si el itinerario es realizado con guía o con el profesor adecuado, puede ser muy clarificador e intelectualmente estimulante. De no contar con esta ayuda, o con la guía didáctica en  mano, http://www.museosenfemenino.es/Guia_didactica_MuseoReinaSofia.pdf  gran parte del mensaje se pierde, llegando a realizar el efecto inverso: pocas mujeres artistas, y siempre apareciendo como objetos de un imaginario masculino.
Aunque leemos claramente que gran parte de los movimientos de vanguardias en los que se centra  eran incisivamente misóginos, si no eres entendido en el tema esta realidad se diluye al contemplar las siempre eternas y veneradas obras de Man Ray, Dalí, o Picasso. Por cierto… ¿Qué hace el Guernica en esta exposición? ¿Que fue fotografiado por Dora Maar? ¿Y con qué se quedará el espectador? (mi respuesta ante la presencia en este contexto de El Guernica  es que al ser el gran orgullo del Reina Sofía su aparición lo justifica por sí mismo… ¿cómo no va a aparecer?) ¿Qué información me puede aportar Mujer  en azul  también de Picasso? que de hecho, guía en mano,  ni el texto es capaz de dar una justificación contundente. ¿Qué propósito tiene el Gran Masturbador de Dalí? A menos que sea ejercer una crítica sobre este propósito fundamental del surrealismo que estribaba en la liberación del deseo; un deseo, por cierto,  que tan sólo beneficiaba a los hombres, pues ellos eran los protagonistas y ellas tan sólo ocupaban el lugar de objeto, imágenes pasivas, constitutivas de una feminidad estereotipada. Y no creo que mi observación esté muy errada pues al acceder a la guía virtual, en la obra de Dalí a la que me refiero pone entre paréntesis “( quizá quitarlo)”  Pues ya estamos tardando.
Pero del mismo modo que ejerzo con dureza esta crítica, no puedo por menos que valorar la mayoría del trabajo y en concreto lo explicativos que son los textos de Ángeles Santos sobre la concepción y creación de Un mundo o los de Sonia Delaunay y sus sentimientos como artista en la relación con su pareja, Robert Delaunay. (¿Se encontrarán estas maravillosas reflexiones en las salas del museo? )
Y una muestra más que sin explicación o guía gran parte de esta exposición carece de sentido: en una de las salas se encuentra la imagen de una escena de la película dirigida por Germaine Dulac “La concha y el reverendo” (1928), considerada como la primera película surrealista. ¿Y?                                                                      Más allá de introducir un nuevo nombre a nuestro listado de mujeres que han formado parte en todo momento de los movimientos artísticos, descubrimos que Artaud, que realizó el “guión” la acusó de “feminizar” la obra y que los círculos vanguardistas del momento criticaron el carácter “femenino” de la simbología visual.
(Puede verse el film al completo en http://www.youtube.com/watch?v=mYAo-dwZSrs)
Aunque la muestra hubiera sido menor a mi parecer tal vez sería más acertado haberse centrado  en unas pocas obras, sobre todo en las de ellas y centrar en estas toda la atención, con paneles explicativos y así obtener otro significado mucho menos abordado: ¿Cómo se veían ellas a sí mismas como artistas? ¿A caso no es interesante las miradas de las mujeres de Santos? ¿Y los desnudos de Maruja Mallo, dejando de ser objetos del deseo para pasar a ser sujetos activos?
Resumido en otras palabras mucho más elocuentes: “ Las innovaciones de las vanguardias históricas (…) de modificación de las visiones perceptivas tradicionales está fuera de toda duda. En cambio no parece razonable afirmar lo mismo en lo tocante a la modificación de las normas de género. (…) Al contrario, los artistas, varones en su inmensa mayoría, siguieron reforzando las imágenes de la mujer pasiva, dominada por la mirada de su creador, sojuzgada por su inactividad, paralizada por el mismo proceso de objetualización, convertida en un pedazo de carne”.  Aliaga, 2007 pág.31
Y es que el propósito es impecable, pero su materialización no consigue llegar a la altura propuesta por éste y con ello se convierte en insuficiente.

Bibliografía al respecto:
ALIAGA, Juan Vicente: Orden fálico. Androcentrismo y violencia de género en las prácticas artísticas del siglo XX.Madrid: Ediciones Akal, 2007
Desacuerdos: sobre arte, políticas y esfera pública en el estado español. Vol.7. / [editores: Jesús Carrillo, Ignacio Estella Noriega, Lidia García Meras] Barcelona: MACBA, 2004-2012
La dona, metamorfosi de la modernitat: 26 novembre 2004- 6 febrer 2005/ a cura de Gladys Fabre. Barcelona, Fundació Miró. 2004
LUCIE-SMITH, Edward. La sexualidad en el arte occidental. Barcelona: Destino, 1994
SPECTOR, Jack J.: Arte y escritura surrealistas (1919-1939) el oro del tiempo. Madrid, Síntesis DL, 2012
TUGORES, Francesca. PLANAS, Rosa: Introducción al patrimonio cultural. Asturias, Ediciones Trea, 2006

Sobre PATRIMONIO: Lo que no se ve, no existe

Quisiera  comenzar este blog sobre PATRIMONIO con una reflexión sobre su terminología.
Esta palabra, y partiendo de que ninguna es inocente, proviene etimológicamente del latín patrimonium, pater: lo recibido por parte del PADRE.
Ante escépticos o aquellos y aquellas que puedan ver en mi reflexión cierta persecución ante las cuestiones de género, no me queda nada más que remitirme a los hechos: ¿Qué obras de arte han llegado hasta nosotros y por qué? ¿Han sido hombres o mujeres sus autores? ¿A qué se debe el silencio que a ellas ahoga? Porque de haberlas, las ha habido siempre y en todos los campos. ¿Por qué gran número de ellas, siendo valoradas y respetadas en su época, posteriormente se han visto sumidas en el olvido? Y lo peor de todo … ¿por qué a día de hoy siguen vigentes estas preguntas que ya fueron puestas sobre la mesa en los años 60 y 70? Y quien diga lo contrario… que eche un vistazo a los programas de carreras como la de Historia del Arte. (Sumar un par de nombres no modifica las bases androcéntricas en las que se sostiene)
El PATRIMONIO sigue siendo, indudablemente, el que nos ha llegado por parte masculina. Eran y son básicamente ellos quienes han decidido qué, cómo, cuándo y por qué preservar ciertas obras de arte. Han establecido qué es arte, cuáles son los criterios de calidad artística, han determinado la línea a seguir por la crítica y sus correspondientes teorías.
Como consecuencia es todavía demasiado común hablar de las mujeres artistas con cierto aire condescendiente, como anexos, básicamente como objetos de arte y en el caso de sujetos, bajo la losa de la “excepcionalidad” lo que viene a reafirmar para algunos una carencia y la falta de interés.
Y es que lo que no se ve, no existe.
 Y como sucede en el caso del PATRIMONIO, no puede protegerse  algo que, dada la condición de ser creado por mujer, tiene como consecuencia no haber sido investigado, delimitado ni valorado adecuadamente.
No niego la buena voluntad de ciertas exposiciones, monografías, artículos…. Pero lamentablemente la mirada masculina suele ser la que acaba el recorrido.
Por todo esto, creo que es necesario un replanteamiento que haga visibles las ausencias de todo tipo, siendo éstas la consecuencias  de no seguir los mandatos imperantes. Un cuestionamiento amplio, sin miedos a nuevos conceptos, a la caída de viejos mitos y estereotipos, un deseo de conocimiento mayor y arriesgado que el que nos ofrece la visión conservadora patriarcal que nos rodea.